¿En qué puede desembocar el exceso de mocos?

Si alguna vez te has preguntado para qué sirve la mucosidad y por qué se produce, debes saber que su presencia no tiene nada de malo, ya que los mocos poseen una función hidratante y protectora. Gracias a su textura, consiguen atrapar gérmenes que pueden hacernos enfermar, por lo que podemos decir que tener mocos no es nada malo. Sin embargo, si se produce un exceso de mucosidades podemos encontrarnos con un problema que antes no teníamos.

Qué complicaciones pueden ocurrir debido al exceso de mucosidad

El exceso de mucosidad asociada a resfriados o procesos gripales se puede tratar con un medicamento como Fluimucil, que fluidifica la mucosidad y favorece su expectoración y, por tanto, ayuda a resolver el problema. Sin embargo, si pasados unos días el exceso de mucosidad no se ha resuelto es importante consultar con el professional sanitario para evitar la possible aparición de complicaciones posteriores. Entre los síntomas que pueden aparecer como preludio a estas complicaciones podríamos tener la dificultad respiratoria, tos persistente, fiebre y/o escalofríos, fatiga, molestia en el pecho, exceso de mucosidad, malestar general, pérdida acústica, otalgia, dolor facial, sensación de olores extraños... Acuda al médico para que pueda descartar la presencia de bronquitis, otitis, sinusitis…

Por tanto, el exceso de mucosidad puede llevar a otro tipo de afectaciones muy molestas. En estos casos, es importante buscar la supervisión del profesional sanitario y no actuar sin su asesoramiento y correcto diagnóstico.